Madrid 2020: motivos para una esperanza…

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¿Hay motivo para organizar unos Juegos Olímpicos?

Cuando el presidente Franklin D. Roosvelt lanzó en 1933 su programa de “New Deal” con el objetivo de sacar a la economía de los EE.UU. de la profunda depresión en la que le había sumido la crisis de 1929, muchos lo tacharon de iluso e ignorante. Las medidas propuestas contemplaban la ayuda inmediata a los millones de trabajadores que se habían quedado sin empleo mediante la implantación de un amplio programa inmediato de obras públicas y de planes a largo plazo que incentivaran la inversión privada. Roosvelt consideraba prioritario fomentar la demanda e incrementar el consumo como medios para reactivar la producción. Aunque las actuaciones puestas en marcha produjeron un notable incremento de la deuda pública de los EE.UU. Como consecuencia del incremento en el gasto público, el “New Deal” palió en gran medida los efectos de la depresión, relanzó la actividad económica del país, recuperó parte del empleo, y creó un ambiente de optimismo y confianza en las propias capacidades del país, inexistente desde el crack de 1929.

Dentro de pocas horas se decidirá que ciudad organizará los Juegos Olímpicos de 2020, y Madrid es una de las tres candidatas a ello. Muchos somos los que confiamos en que sea la elegida. Por muchos motivos, pero principalmente porque creemos firmemente que un hecho de estas características puede convertirse en el “New Deal” que España entera necesita. Después de años sumidos en una profunda crisis que ha afectado a todas las instancias de nuestro país, esta oportunidad representa una salida, un objetivo común por el que luchar y que permita reforzar la unión y el compromiso de todos los españoles en una tarea conjunta. Unos Juegos Olímpicos son el mejor escaparate internacional, no sólo para la ciudad organizadora, sino para todo el país, como ya sucedió con los Juegos de Barcelona de 1992.

¿Son rentables unos Juegos Olímpicos?

Organizar unos Juegos Olímpicos sin duda ayudaría a relanzar la economía de nuestro país: permitiría incrementar la inversión, tanto pública como privada, favorecer y dinamizar el consumo y ayudaría a luchar contra el paro, uno de nuestros principales problemas. Sin embargo, aún son muchas las voces críticas con la supuesta rentabilidad económica de la organización de unos Juegos Olímpicos, pero para ello tan sólo hay que echar un vistazo a los datos de los Juegos de Londres 2012. Los resultados mostraban que, tras tres trimestres seguidos de decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, Gran Bretaña había logrado que su economía creciera un 1% en el periodo de julio a septiembre de 2012, durante el cual, se desarrollaron en Londres los Juegos. El mercado laboral registró una subida en el empleo nacional a 29,6 millones de personas en el tercer trimestre de 2012. La tasa de desempleo disminuyó de 8,1% a 7,9% en el mismo periodo. El desempleo entre los jóvenes (de 16 a 24 años) disminuyó a 957.000 personas, siendo la primera vez en un año que bajaba del millón de jóvenes.

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¿Puede España permitirse organizar unos Juegos Olímpicos?

No es menos cierto que en España, paraíso de golfos y trincones, cualquier inversión corre el riesgo de ser abducida por la corrupción inherente a nuestros gobernantes. Pero eso no debiera convertirse en argumento para rechazar una oportunidad como esta. Más bien, debería servirnos para reclamar de una vez por todas una limpieza efectiva de todos los sinvergüenzas que pueblan nuestra clase dirigente, y que viven empeñados en separar y enfrentar a unos españoles con otros haciendo siempre una lectura partidista de cualquier acontecimiento, ya sea cultural, deportivo o de cualquier otra índole. Pero España no deja de ser el reino de la envidia y la demagogia. Así, han surgido voces que reclaman que el dinero de las inversiones destinado a la organización de estos Juegos de 2020, sería mejor empleado si se dedicara a educación, sanidad, ciencia u otros gastos sociales. Lo mismo podría decirse del dinero que se pierde en subvenciones de partidos políticos, sindicatos, asociaciones, iglesias, cine o, incluso, el dinero gastado en la organización de las fiestas populares de cada pueblo o ciudad (por mucha repercusión internacional que tengan…). O también podríamos emplear los miles de millones de euros que se han destinado a rescatar entidades bancarias públicas, tras la pésima gestión de los políticos y sindicalistas que las manejaban. E incluso podríamos reclamar también dedicar el dinero que nos cuesta mantener 17 mini-estados diferentes (con todo lo que ello conlleva), 56 aeropuertos distintos, observatorios y agencias públicas diversas, etc. Sin duda alguna, es fundamental asegurar aspectos de la educación, sanidad o investigación en España, pero quizás sería mucho más fácil si se empezara a aplicar un modelo basado en el trabajo, esfuerzo, profesionalización y meritocracia antes que en el enchufismo, corrupción y burocracia que invaden tantos ámbitos de la vida española, y posiblemente conseguiríamos así una mejor optimización de los recursos disponibles.

Razones para la esperanza…

Si finalmente el próximo sábado España es escogida para organizar los Juegos Olímpicos en la ciudad de Madrid de 2020 se habrá despertado una nueva esperanza para muchos españoles que creen en la capacidad y talento del país para salir de esta crisis que nos atenaza. Que están convencidos de que la unión hace la fuerza. Que creen que el esfuerzo colectivo y hacer bien las cosas es posible en España y que seguro tendrá su recompensa. Que creen en definitiva y como dijo William Shakespeare que “…un hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto…”

«La esperanza es el sueño del hombre despierto»

Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C.), filósofo griego

 

 

4 comentarios en “Madrid 2020: motivos para una esperanza…

  1. Pero entonces,… En qué quedamos, nos interesa porque Madrid va a recibir un dinero e inversión esencial que la va a convertir en una ciudad del S XXI, como sucedió hace 21 años con la Barcelona que actualmente busca la segregación, pero que no menciona nada de devolver los casi 2 billones de pesetas (12.000 millones de euros parece menos dinero..) que recibió del estado español en su día, …. o no nos interesa porque Bárcenas seguro que tiene un primo en el ayuntamiento que nos monta Gurtel 2 el retorno, Florentino aprovechará a que le reclasifiquen unos terrenos, la alcadesa con menos méritos en los 1.100 años de existencia de Maherit (Madrid en morisco) le posibilitará a alguno de sus hijos quedarse con terrenos que se revalorizarán un 50%, el inefable ministro de Justicia, otrora corregidor de la capital hará alguna de las suyas si sigue para esas fechas, o Rouco se gastará 45m de € en iglesias de diseño en los barrios nuevos que alberguen la villa olímpica…? Que no se dude de mí, que estudié en un colegio más de derechas que el grifo del agua fría y eso, como el bautismo, imprime carácter, pero es que en Madrid desde el santanderino Leguina, sólo roban los conservative… No quiero pensar qué pasaría si los juegos se celebrasen en plaza socialista como Sevilla… Algún aro se perdía en el camino…

    • Tienes toda la razón. Y ya has visto lo que ha pasado. Al final, nos han calado en lo de la mangancia y el trinque y así nos va. De todas maneras, y con ser eso importante, sigo pensando que la mayor aportación que nos hacían los Juegos era la emoción, el sentimiento. Eso es lo que nos diferencia de los animales (no a todos, claro), la capacidad de sentir y emocionarnos por algo poco tangible, por un sentimiento, por una ilusión que nos haga creer en que se puede crecer y mejorar. Pero supongo que todo esto es pura retórica en un mundo tan materializado y mercantilista como este, donde sólo importa lo que se gasta, lo que se manga o lo que me voy a llevar yo…

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