Nuestra escoria política, reflejo de la mediocridad existente…

La mediocridad de la casta política que nos ha tocado sufrir es un problema que cada día que pasa se hace mayor, generando más rechazo y desprecio entre todos los españoles honestos. Ahora bien, más allá de la justa indignación que el comportamiento de esta escoria nos provoca, deberíamos hacer un ejercicio de introspección que, probablemente, nos llevaría a comprobar, no sin sonrojo, que el comportamiento de nuestros políticos no es sino un mero reflejo de la mediocridad imperante. Y así, en el caso concreto de la profesión médica, es necesario seguir siendo honestos y mirar “la viga en nuestro ojo” al mismo tiempo que “la paja en el ojo ajeno”.

Nos quejamos, y con razón, de los abusos de esos políticos que cobran jugosos sueldos por hacer dejación continuada de sus labores e, incluso, por no acudir siquiera a su trabajo diario. Pero también sabemos de cuantos médicos cobran jugosos complementos sin rendir labor alguna a cambio, como los complementos de guardias en mayores de 55 años percibidos durante largo tiempo a cambio de una teórica consulta por la tarde que muchos, no todos, ni siquiera han pisado, o hace mucho que no pisan. O esas intervenciones quirúrgicas programadas como “peonadas” y realizadas en el horario laboral normal, pero cobradas como tal. Y lo aceptamos…

Nos quejamos de la ausencia reiterada de nuestros representantes en los diferentes parlamentos de nuestro variopinto país, pero también somos conscientes de las ausencias reiteradas de compañeros nuestros, que abandonan impune y repetidamente su lugar de trabajo antes de la finalización de su jornada, o que directamente no acuden. Y lo aceptamos…

Vemos mal la injustificable duración de los periodos vacacionales de Sus Señorías, pero somos conscientes también de la cantidad de “días libres” tomados por algunos compañeros, que superan ampliamente lo contemplado por la ley. Y lo aceptamos…

Lo peor es que todos estos hechos debieran ser conocidos por las gerencias. Quizás lo son y los consienten. Pero hemos asumido hace mucho que no son más que individuos colocados a dedo por el único argumento de poseer el carnet del partido gobernante en cada momento y que, por tanto, son tan ineptos y mediocres como la casta política. Y lo seguimos aceptando…

Pero con todo, uno de los mayores responsables somos nosotros mismos. Nos llenamos la boca defendiendo la necesidad de recuperar la meritocracia en la función pública, pero al final, continuamos luchando por mantener la gerontocracia dominante a toda costa. La última propuesta del autodenominado “sindicato de los médicos” AMYTS no es otra que recurrir ante los tribunales el Plan de Ordenación de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad de la CAM. En vez de luchar por recuperar la iniciativa defendiendo la calidad y promoviendo la excelencia en la atención médica, prefiere mantener la casta y sus privilegios, aún conociendo bien hechos como los mencionados más arriba. Hoy publica el diario El Mundo una entrevista con el Dr. Valentín Fuster, ejemplo de persona y médico para todos, y que a sus 70 años continúa engrandeciendo la Medicina. Pero, desgraciadamente, es la excepción, y por cada “Fuster” existente en el SERMAS que aporte un extra de calidad, hay 100 “Rajoys/Rubalcabas/(cada uno que ponga el político que mas rabia le de…)” que se aprovechan de todos para su beneficio, Sin embargo, para AMYTS parece más importante defender al “aparato”, por obsoleto y lacra para la sanidad que sea, que apostar por una renovación y cambio que recupere la ilusión de un futuro mejor, y pretende conseguir la perpetuación en el puesto sin pararse a separar el grano de la paja, sin plantearse siquiera eliminar a los mediocres. Y lo seguimos aceptando…

¿Hasta cuándo seguiremos aceptando?

3 comentarios en “Nuestra escoria política, reflejo de la mediocridad existente…

  1. Al hilo de lo que comentas que me parece totalmente acertado, me viene a la mente aquella frase de Kennedy: «no te preguntes lo que America puede hacer por tí sino lo que tú puedes hacer por tu país» o como dijo un sabio: «El problema en España es que todo el mundo va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío». Quiero decir que ya sea a nivel de empresa, institución o país, si sólo nos preocupamos de que nos van a dar, de que vamos a sacar, y no de que vamos a aportar, estaremos condenados a esa mediocridad. Cada uno defiende su ‘chiringuito’ y lo que realmente se necesita, queda sin hacer.

  2. Llevo decadas diciendo lo mismo, no solo en Medicina, tambien con respecto a las iniciativas «la ciencia no necesita tijeras» y otras pro-invertir-en-I+D-aunque-nuestros-investigadores-lleven-desde-el-medievo-sin-destacar.

    Creo que lo que el pais quiere realmente es endogamia meritocratica. Meter al sobrino en la administracion publica para cubrir expediente con la familia y si luego cobra 400 euros porque solo viene media jornada y se la pasa junto a la maquina de cafe, por lo menos ya cumplimos.

    • Ese es el problema de nuestra Sanidad Públic, apostar por la burocracia y gerontocracia antes que por la meritocracia y profesionalización. Y, desgraciadamente, parece que se quiere seguir apostando por lo mismo…
      Y, probablemente, tu misma lo habrás podido comprobar, y aunque tu formación sea tan buena, o mejor, que la de muchos compañeros tuyos en España, las posibilidades de acceder a un trabajo con unas mínimas condiciones aceptables son más bien escasas. Y, sin embargo, los mediocres campan a sus anchas…

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