Cáncer: proximidad, accesibilidad, equidad,…, cuando lo que importa es curación

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El tratamiento del cáncer ha experimentado un enorme avance en los últimos años. Desde la declaración en 1971 del National Cancer Act  que establecía la batalla frente al cáncer como un objetivo de salud prioritario e los EE.UU, innumerables han sido los avances que han contribuido en todo el mundo a mejorar hasta tasas nunca vistas antes  la supervivencia frente a diferentes tumores. El aumento en la identificación de los factores asociados a su aparición, el conocimiento cada vez mayor de su biología y comportamiento, el diseño de fármacos cada vez más específicos y eficaces, y los enormes desarrollos tecnológicos enfocados al diagnóstico precoz y tratamiento personalizado del cáncer han supuesto una mejora sin precedentes. Y, aún así, aún queda un largo camino por recorrer.

Pero si algo ha quedado claro tras todos estos avances es que el cáncer exige, y siempre exigía aunque no lo (re)conociéramos, un abordaje multidisciplinar que abarque y englobe un cada vez mayor número de distintos especialistas, con áreas de trabajo y desarrollo específicas, pero orientados a un fin común y obligados a trabajar conjuntamente y aunar esfuerzos en una misma dirección. Atrás han quedado, o debieran quedar, los tiempos en que grandes especialistas – muchas veces también con grandes egos – funcionaban a modo de faros, iluminando lo que tenían alrededor pero aislados en su grandeza y dejando sumido en la oscuridad aquello donde no alcanzaba su particular luz. Sumar y potenciar esfuerzos y estrategias debiera ser imprescindible, e incluso obligatorio, en el tratamiento moderno del cáncer.

Algo que no admite duda, o que no debiera admitirla, es que los resultados de los tratamientos frente al cáncer están en íntima y directa relación con la experiencia derivada de la mayor casuística acumulada. Ejemplos de ello abundan: en cáncer de pulmón, en cáncer de cabeza y cuello , en cáncer de vejiga, en cáncer de páncreas, en cáncer de ovario, en cáncer de cavum, en cáncer de esófago, en cáncer de próstata, en cáncer de mama, en cáncer renal ,  en otros tumores ginecológicos, en sarcomas,…, en prácticamente cualquier aspecto relacionado con el abordaje del cáncer. En todos los casos, la experiencia y la casuística acumuladas por el centro marcan la diferencia…

…la diferencia en supervivencia.

A mayor experiencia, mayor supervivencia. Parece simple, ¿no? Pero no lo es, al menos en España. Nuestro país es de los pocos miembros de la UE donde no existe ni un solo centro hospitalario dedicado exclusivamente al cáncer. Ni una sola institución que albergue todo el conjunto de muy distintos especialistas necesarios para la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer, en donde todos los esfuerzos se dirijan única y exclusivamente al paciente con cáncer, que permita ofrecer los más modernos tratamientos a la par que facilite y fomente la investigación, tanto básica como clínica, imprescindible para continuar avanzando frente al cáncer y mejorando los resultados. A diferencia de otros países europeos, en nuestra España no existe un Royal Marsden, un Christie, un IPO, un Gustave Roussy, un NKI, un IEO,… Pero eso sí, existen infinidad de pequeñas estructuras prácticamente en cada pueblo o ciudad que abordan, sin complejos, el tratamiento del cáncer y que garantizan, fundamentalmente, la proximidad de los pacientes con cáncer a un tratamiento. Pero proximidad no es, ni debe ser jamás, sinónimo de accesibilidad. La accesibilidad debe asegurar el acceso de todo paciente al mejor tratamiento disponible, con independencia de dónde resida. Nuestros políticos y gestores se llenan la boca hablando de “equidad”, sin ser conscientes de que un sistema que atomiza esfuerzos y recursos nunca podrás ser equitativo y nunca podrá garantizar la accesibilidad, sino tan solo la proximidad. Y al igual que a nadie en su sano juicio se le ocurriría desarrollar programas de trasplante pulmonar, de médula ósea o de corazón en cada pueblo o ciudad española, así debiera suceder con el tratamiento del cáncer. Porque los mejores resultados vienen siempre de la mayor y mejor experiencia.

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En los últimos meses, y gracias a una altruista donación de la Fundación Amancio Ortega, se pueden renovar y actualizar la radioterapia española, secularmente abandonada por todos los inquilinos – pasados y presentes – del caserón del Paseo del Prado 18-20 de Madrid (y de lo que les cuelga en cada uno de los 17 paisitos). Y, sin embargo, en esta oportunidad sin precedentes para dar un vuelco al tratamiento oncológico en España se está perdiendo la ocasión de apostar por una oncología moderna. Resulta hasta cierto punto descorazonador que nadie haya planteado utilizar estos recursos generosamente donados para intentar sentar las bases sobre las que  construir el futuro de la Oncología en España, para apostar decididamente por la creación de centros oncológicos especializados que, a semejanza de los países de nuestro entorno, supongan un salto de calidad que nos equipare a los mismos. Centros donde todos los profesionales, de todas las especialidades, estén dedicados exclusivamente al cáncer, centros que concentren lo mejor y más avanzado en el diagnóstico y tratamiento del cáncer pero también la más puntera y ambiciosa investigación en oncología. Centros desde los que, no lo olvidemos, han surgido los avances más determinantes para el cáncer en los últimos años, aquéllos que marcan el camino a seguir, aquéllos que cambian la práctica clínica, aquéllos que aumentan la curación.  Pero no, cada cual ha mirado por sus particulares intereses y ambiciones. La instalación de unidades de tratamiento aisladas en pequeñas capitales, y la intención de continuar haciéndolo, supone una atomización de recursos, por mucho que se intenten vender como “centros satélites”. Los centros satélites están muy bien en países como Holanda o Dinamarca, con mucha menor extensión y población que España,  donde las distancias son más cortas y la dispersión poblacional muchísimo menor. Sin embargo, en un escenario en el que el abordaje multidisciplinar del cáncer y la organización en unidades funcionales específicas que incluyan el trabajo conjunto de diferentes especialistas orientados a cada tumor ha demostrado ser la herramienta más eficaz, resulta desalentador (¿e incomprensible?) que en España muchos aún porfíen en parcelar la oncología, considerando individualmente cirugía, radioterapia o tratamientos sistémicos antes que exigir la creación de grandes centros oncológicos que unifiquen recursos y ofrezcan la verdadera atención multidisciplinar que el cáncer requiere, y que, no se olvide, aumenta las posibilidades de curación y supervivencia. La razón para ello, ¿quién sabe? (¿antes cabeza de ratón que cola de león?…)

Proximidad, accesibilidad, equidad,…, cuando lo verdaderamente importante es CURACIÓN.

«Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo»

Proverbio africano

Top 15 de la Oncología Radioterápica en España en 2016

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De nuevo, el lapso de tiempo existente entre los últimos días de un año y los primeros del siguiente es el momento elegido para repasar que se ha hecho, cuanto de lo que se había propuesto se ha realizado o cuanto queda por hacer. Y este intervalo temporal, tan bueno o malo como cualquier otro pero con la justificación del cambio de dígito anual, se ha elegido para reconocer que aportaciones ha hecho la Oncología Radioterápica española al tratamiento del cáncer en este finalizado ya año 2016.

Como ha venido sucediendo en anteriores ocasiones, no es la intención de esta entrada (ni la de su autor) revisar todo tipo de publicaciones en revistas, libros o similares, ponencias y comunicaciones en cursos, jornadas, seminarios o reuniones, ¡qué las hay y muchas!, sino que tan solo busca reflejar la producción científica de los oncólogos radioterápicos españoles empleando para ello la revisión literatura científica más reconocida, entendiendo como tal aquellas publicaciones incluidas en una base de datos de reconocido prestigio como PubMed, y a las revistas incluidas en la misma, por lo que es posible que otras muchas publicaciones no incluidas en este índice concreto no hayan sido recogidas. Aún reconociendo que el hecho en sí de que un artículo no representa la única manera, ni en muchas ocasiones la mejor, de evaluar la producción científica, ni en número ni en calidad, de un grupo de trabajo determinado, es una herramienta que, al menos indirectamente, puede ayudar a formar una imagen aproximada de la situación real en un momento dado. No obstante, emplear como referencia PubMed permite, aplicando los mismos criterios de búsqueda para la identificación de publicaciones – tarea no siempre fácil por la complejidad para poder localizar correctamente todas las referencias publicadas – a otras naciones, comparar la producción científica con diferentes países de nuestro entorno y elaborar una imagen bastante aproximada de la producción científica de la oncología radioterápica española en el contexto europeo. Finalmente, antes de proseguir el lector debe conocer que habiéndose recogido todas las publicaciones de oncólogos radioterápicos españoles incluidas en esta base de datos, la selección de los 15 artículos más relevantes es absolutamente subjetiva, guiada exclusivamente por el criterio del autor de la entrada y sin pretender establecer gradación alguna más allá de su opinión. 

En el año 2016 los Oncólogos Radioterápicos españoles cuentan con un total de 191 referencias en PubMed entre artículos originales, artículos de revisión y cartas al editor. El listado completo puede consultarse pinchando sobre este enlace

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Esta cifra mantiene la línea de aumento con respecto a los años 2013, 2014 y 2015, y a diferencia de los pasados años, el número de publicaciones está por primera vez por encima de la media europea. Sin embargo, continuamos muy lejos del nivel científico alcanzado por aquellos países a los que pretendemos asemejarnos, que nos doblan, e incluso triplican, en número de referencias.

En este pasado 2016 han aumentado los artículos fruto de colaboraciones en estudios y proyectos internacionales, lo que habla favorablemente del nivel de la Oncología Radioterápica española así como los artículos de consenso entre diferentes especialidades médicas, fiel reflejo de la cada vez más necesaria multidisciplinariedad en el tratamiento del cáncer. Las áreas de interés donde se concentran la mayoría de publicaciones de autores españoles han sido, como en años anteriores, los tumores génito-urinarios, tumores del área ORL y tumores de mama. Y este año destaca la irrupción, con fuerza, de publicaciones centradas en la inmunoterapia.

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Las siguientes 15 publicaciones son, en orden creciente de importancia, las que a mi juicio mayor impacto han tenido en este pasado año 2016. Como ha quedado previamente dicho, se trata una apreciación subjetiva y se podrá echar en falta algún artículo concreto o cuestionar el orden y gradación establecidos, pero la mayoría de los artículos mencionados merecen estarlo y son un fiel reflejo de la actividad científica de la Oncología Radioterápica en España.

15.- Demand for radiotherapy in Spain. Rodríguez A, Borrás JM, López-Torrecilla J, Algara M, Palacios-Eito A, Gómez-Caamaño A, Olay L, Lara PC Clin Transl Oncol. 2016 Aug 4.

La radioterapia es, tras la cirugía, el tratamiento más eficaz contra el cáncer. Y sus indicaciones, a la par que su eficacia, precisión y seguridad, son crecientes. En este trabajo los autores,  empleando los datos del Observatorio Europeo del Cáncer sobre la incidencia estimada de cáncer en España, analizan la utilización de la radioterapia en nuestro país. De acuerdo a lo observado, más del 50% de los nuevos cánceres en España requieren radioterapia al menos una vez durante el curso de la enfermedad. Sin embargo, se estima que el 25-30% de los pacientes con cáncer con indicación de radioterapia no lo reciben debido a factores que incluyen la dificultad en el acceso, la preferencia del paciente, la familiaridad con el tratamiento entre los médicos y especialmente la escasez de recursos. Los resultados de este estudio son enormemente relevantes para conocer la necesidad real de radioterapia en España y, a partir de este conocimiento, establecer los programas adecuados de desarrollo que permitan satisfacer la demanda creciente ahora y en los próximos años.

14.- Extreme protraction for low-grade gliomas: theoretical proof of concept of a novel therapeutical strategy. Pérez-García VM1, Pérez-Romasanta LA2. Math Med Biol. 2016 Sep;33(3):253-71. doi: 10.1093/imammb/dqv017.

Los gliomas de Grado II son tumores cerebrales primarios de, generalmente, lento crecimiento y  que afectan principalmente a pacientes. El tratamiento clínico actual incluye la cirugía como tratamiento de primera línea, reservándose la radioterapia para tumores inoperables o con recidivas tras cirugía. La radioterapia se administra habitualmente de acuerdo al principio de «dosis máxima en el tiempo mínimo”. Los autores proponen un provocativo escenario en el que,  utilizando modelos matemáticos que describen el crecimiento de estos tumores en respuesta a la radioterapia, observan que una estrategia terapéutica de prolongación extrema ampliando sustancialmente el intervalo de tiempo entre las fracciones de radioterapia, podría conducir a un mejor control del tumor. Esta idea, aunque rompe un paradigma bien establecido en la práctica de la radioterapia, podría tener una justificación biológica ya que, en estos tumores de crecimiento lento, puede ser más favorable tratar el tumor cuando las células tumorales abandonan el compartimiento quiescente G0 y se incorporan al ciclo celular.

13.-Effectiveness of radiotherapy for metastatic spinal cord compression in patients with short life expectancy.Giraldo A, Benavente S, Ramos M, Vergés R, Coronil O, Arbeláez L, Maldonado X, Altabas M, Mollà M, Reyes V, Navalpotro B, Giralt J.Rep Pract Oncol Radiother. 2017 Jan-Feb;22(1):58-63.

El síndrome de compresión medular (SCM) es una urgencia oncológica derivada de la afectación metastásica vertebral o paravertebral y se asocia con un mal pronóstico y, habitualmente, una corta supervivencia posterior. El empleo de esquemas de radioterapia que permitan optimizar la respuesta esperable al tiempo que favorezcan la calidad de vida de los pacientes en sus últimos días, reduciendo al máximo la necesidad de acudir a recibir tratamiento diario, es un reto para el oncólogo radioterápico ante pacientes en etapas terminales. Mantener un equilibrio entre alivio sintomático del SCM, principalmente del dolor asociado, y calidad de vida de los pacientes no es sencillo. Los autores plantean el empleo de un esquema de tratamiento del SCM en una única sesión de 8 Gy, observando con ello un notable alivio del dolor medido de acuerdo a la escala EVA , sin deterioro del estado general y sin efecto secundarios reseñables. La conclusión de los autores apoya el empleo de esquemas de fracción única para el tratamiento del SDCM en pacientes con enfermedad metastásica avanzada.

12.- Role of fluorine-18 fluorodeoxyglucose PET/CT in head and neck oncology: the point of view of the radiation oncologist. Cacicedo J, Navarro A, Del Hoyo O, Gomez-Iturriaga A, Alongi F, Medina JA, Elicin O, Skanjeti A, Giammarile F, Bilbao P, Casquero F, de Bari B, Dal Pra A. Br J Radiol. 2016 Nov;89(1067):20160217.

El empleo de técnicas de imagen metabólica, que aportan no sólo información geográfica de la localización tumoral sino también información acerca de su grado de actividad y potencial agresividad, ha cambiado por completo la práctica de la oncología y, más concretamente, de la radioterapia. Poder identificar no sólo donde asienta un tumor sino también las áreas del mismo más activas supone un avance en la personalización y adaptación de los tratamientos. Los autores realizan una excelente revisión, tremendamente bien documentada y de obligada lectura y estudio para todo oncólogo, acerca de la utilidad que las imágenes de PET-TC tienen para la práctica oncológica diaria, y en los tumores del área ORL en particular. Se analiza su importancia en el diagnóstico, evaluación inicial del paciente, realización de la radioterapia y evaluación de la respuesta al tratamiento en los tumores de cabeza y cuello, y como en todas estas etapas las imágenes de PET-TC están aportando un beneficio innegable. Como aportación más original, los autores plantean un algoritmo para la utilización del PET-TC en pacientes con tumores de cabeza y cuello y apuntan la eficacia de las nuevas modalidades de imagen metabólica que empiezan a ser realidad ya como son el PET-RM.

11.- Adjuvant radiation therapy in resected high-grade localized skeletal osteosarcomas treated with neoadjuvant chemotherapy: Long-term outcomes. Sole CV, Calvo FA, Alvarez E, Cambeiro M, Cuervo M, San Julian M, Sole S, Martinez-Monge R, Sierrasesumaga L. Radiother Oncol. 2016 Apr;119(1):30-4. doi: 10.1016/j.radonc.2016.02.029

Los sarcomas de partes blandas son un grupo de tumores donde la radioterapia ha demostrado un claro aumento en supervivencia. Sin embargo, en el caso de los sarcomas óseos primitivos, este beneficio no está claramente establecido con la salvedad de los sarcomas de Ewing. En este trabajo, los autores recogen su experiencia de más de 20 años en el tratamiento de los osteosarcomas incluyendo la radioterapia intraoperatoria con o sin radioterapia externa complementaria como un pilar fundamental en el tratamiento multidisciplinar. Los investigadores presentan la que es, probablemente, la serie más grande de este tipo de tumores manejados con radioterapia intraoperatoria en combinación con otras terapéuticas. Los resultados muestran unas excelentes tasas de control local y supervivencia a los 10 años (82% y 73% respectivamente) así como una excelente tolerancia al tratamiento. La presencia de una respuesta pobre a la quimioterapia neoadyuvante así como una extirpación incompleta del tumor se asocian con un peor pronóstico.

10.- Hypofractionated 3D radiotherapy for inoperable T1-3 N0-1 non-small-cell lung cancer. Mollà Armadà M, Saez J, Ramos M, Giraldo A, Seoane A, Andreu J, Simó, Giralt J Br J Radiol. 2016 Jun;89(1062):20150824. doi: 10.1259/bjr.20150824.

El empleo de esquemas hipofraccionados y acelerados que permiten reducir la duración total delos tratamientos manteniendo tasas de control, eficacia y tolerabilidad adecuadas es un realidad que se impone, de manera tozuda, como un estándar de radioterapia. Si antes fue en los tratamientos de mama y próstata donde se evidenciaron las ventajas del hipofraccionamiento, éstas se van extendiendo a otros tumores. En este caso, los autores recogen su experiencia empleando un esquema de 22 fracciones con radioterapia conformada 3D para el tratamiento del cáncer de pulmón (frente a las 33-35 fracciones habituales con un esquema clásico), sin merma en control local y supervivencia ni aumento de toxicidad. Estudios como éste refuerzan los beneficios de los esquemas hipofraccionados y acelerados que no necesitan de técnicas complejas para ser llevados adelante.

9.- Perioperative high dose rate brachytherapy (PHDRB) in previously irradiated head and neck cancer: Results of a phase I/II reirradiation study. Martínez-Fernández MI, Alcalde J, Cambeiro M, Peydró GV, Martínez-Monge R. Radiother Oncol. 2016 Oct 13. pii: S0167-8140(16)34287-6. doi: 10.1016/j.radonc.2016.08.023.

Bajo la denominación genérica de tumores de cabeza y cuello se recogen una serie de cánceres localizados en el área ORL y en los  que la radioterapia, asociada o no a otras terapéuticas, aparece como un pilar fundamental e imprescindible en la mayoría de casos para obtener la curación. Sin embargo, una situación dramática acaece cuando el tumor reaparece en un área previamente irradiada. En este contexto, las opciones terapéuticas se reducen y es fundamental asegurar el control local para permitir la curación de los pacientes. La cirugía de rescate es, en muchas ocasiones, la única alternativa válida, si bien no es infrecuente que no pueda realizarse una extirpación completa, macro y microscópicamente, de la recaída tumoral. En esta situación es cuando la posibilidad de realizar una re-irradiación del lecho tumoral emerge como una necesidad para optimizar los resultados. La braquiterapia es un excelente medio para conseguir administrar una dosis alta de irradiación en un volumen muy circunscrito y evitando en gran medida retratar áreas sensibles previamente irradiadas. La realización de un implante para braquiterapia en el mismo momento de la cirugía de extirpación de la recidiva, tal y como proponen los autores, aúna múltiples beneficios derivados por un lado de la visión directa del lecho tumoral y de las áreas de riesgo para una nueva recaída y de la identificación directa de las regiones sensibles que deben ser protegidas de una nueva irradiación. Los resultados obtenidos en este trabajo demuestran que es una técnica factible y con resultados muy prometedores pese a los innegables riesgos asociados a la re-irradiación de áreas tan sensibles y delicadas como todo el complejo ORL.

8.- Evaluation of acute skin toxicity in breast radiotherapy with a new quantitative approach. González Sanchis A, Brualla González L, Sánchez Carazo JL, Gordo Partearroyo JC, Esteve Martínez A, Vicedo González A, López Torrecilla JL. Radiother Oncol. 2016 Nov 5. pii: S0167-8140(16)34369-9. doi: 10.1016/j.radonc.2016.09.019.

Los avances en la radioterapia del cáncer de mama, incluyendo la generalización en el empleo de esquemas hipofraccionados y acelerados, no sólo consiguen tasas elevadas de control local y supervivencia sino que también han ido acompañados de una sustancial disminución en los efectos secundarios asociados al tratamiento. La aparición de radidermitis continúa siendo uno de los efectos más frecuentemente asociados a la radioterapia. Los autores proponen en este trabajo un sistema de medición de la misma que pretende alejarse de los criterios empleados habitualmente y que no están exentos de variabilidad entre observadores dado la subjetividad de los mismos. Los autores proponen como mecanismo de evaluación de radiodermitis en la mama la medición del flujo sanguíneo mediante flujometría Doppler láser  (LDF) en tiempo real antes del tratamiento (determinación basal), semanal durante la radioterapia y 3 meses después de la finalización. La toxicidad de la piel se evaluó con el índice de microcirculación (MCI), un nuevo índice basado en los parámetros de flujo sanguíneo obtenidos a través de LDF.  Los resultados presentados confirman la utilidad de esta tecnología para la adecuada evaluación de la radiodermitis en cáncer de mama.

7.- Localized prostate cancer treated with external beam radiation therapy: Long-term outcomes at a European comprehensive cancer centre. Boladeras A, Martinez E, Ferrer F, Gutierrez C, Villa S, Pera J, Guedea F. Rep Pract Oncol Radiother. 2016 May-Jun;21(3):181-7. doi: 10.1016/j.rpor.2015.12.002.

El cáncer de próstata es la neoplasia más frecuentemente diagnosticada en hombres en nuestro país, con cerca de  28.000 nuevos casos diagnosticados cada año, siendo responsable de algo más del 5% de las muertes por cáncer en España. De manera global, se estima que 1 de cada 6 hombres en España será diagnosticado de un cáncer de próstata. Las dos herramientas principales para el tratamiento del cáncer de próstata son, con igual eficacia, la cirugía y la radioterapia. Los autores presentan una de las mayores y más homogéneas series de pacientes disponible en nuestro medio tratados con radioterapia externa, con más de 800 pacientes tratados entre 1996 y 2005. Los resultados observados demuestran la eficacia y excelente tolerancia de la radioterapia externa para el tratamiento del cáncer de próstata de medio y alto riesgo, al tiempo que refuerzan la evidencia sobre la necesidad de escalar la dosis para mejorar los resultados.

6.- Hypofractionated Breast Radiation: Shorter Scheme, Lower Toxicity. Linares I, Tovar MI, Zurita M2, Guerrero R2, Expósito M3, Del Moral R2. Clin Breast Cancer. 2016 Aug;16(4):262-8. doi: 10.1016/j.clbc.2015.09.012.

Los esquemas hipofraccionados y acelerados en 3 semanas son considerados la opción estándar para la radioterapia del cáncer de mama. Los autores recogen su experiencia empleando un esquema con 16 fracciones de 265 cGy con sobredosificación concurrente o secuencial del lecho quirúrgico. Con una mediana de seguimiento de  3 años, la tolerancia al tratamiento fue excelente presentando dos tercios de las pacientes toxicidad cutánea leve y sin observarse casos de toxicidad grave. Este trabajo refuerza aún más, si cabe, la necesidad de adoptar los esquemas hipofraccionados y acelerados en 3 semanas como el tratamiento estándar para la radioterapia del cáncer de mama en todos sus estadios, ya que no solo garantiza adecuadas tasas de control local a la par que disminuye la duración total del tratamiento, con lo que ello supone para pacientes e instituciones, sino que también disminuye la toxicidad aguda del tratamiento. Los resultados observados por los investigadores coinciden plenamente con lo publicado por otros grupos empleando similares esquemas. Además, estudios con esquemas similares y largo seguimiento (Reino Unido, Canadá,…) han demostrado reducción significativa de la toxicidad tardía con estos esquemas.

5.- Late Radiation and Cardiovascular Adverse Effects After Androgen Deprivation and High-Dose Radiation Therapy in Prostate Cancer: Results From the DART 01/05 Randomized Phase 3 Trial. Zapatero A, Guerrero A, Maldonado X, Álvarez A, González-San Segundo C, Cabeza Rodriguez MA, Macías V, Pedro Olive A, Casas F, Boladeras A, Martín de Vidales C, Vázquez de la Torre ML, Calvo FA. Int J Radiat Oncol Biol Phys. 2016 Oct 1;96(2):341-8. doi: 10.1016/j.ijrobp.2016.06.2445.

El tratamiento estándar del cáncer de próstata comprende el empleo tanto de cirugía como de radioterapia, con similar eficacia, para conseguir adecuadas tasas de control local y supervivencia. El empleo simultáneo de tratamiento hormonal mediante el bloqueo androgénico ha demostrado, en pacientes con tumores encuadrables dentro de los grupos de riesgo intermedio y alto, mejorar aún más los resultados de la radioterapia en control, bioquímico y supervivencia. El gran estudio aleatorizado español GICOR DART 01/05 analizó los resultados de combinar el bloqueo androgénico “corto” (4 meses) frente al “largo” (24 meses) junto con radioterapia demostrando mejoría significativa con bloqueo “largo” en supervivencia libre de fracaso bioquímico y global (Zapatero et al. Lancet Oncol 2015). En este nuevo análisis, los autores reflejan las complicaciones tardías observadas en ambos brazos del estudio, concluyendo que no existen diferencias significativas a este respecto en relación con la toxicidad urinaria o gastrointestinal,  salvo una mayor incidencia de acontecimientos adversos cardiovasculares en pacientes con antecedentes de infarto agudo de miocardio sometidos a bloqueo largo.

4.- Is anti-inflammatory radiotherapy an effective treatment in trochanteritis? Valduvieco I, Biete A, Moreno LA, Gallart X, Rovirosa A, Saez J, Plana C, Peris P. Br J Radiol. 2017 Jan;90(1069):20160520. doi: 10.1259/bjr.20160520.

La eficacia de la radioterapia en el tratamiento de enfermedades benignas no neoplásicas es conocido casi desde los principios de su desarrollo como ciencia médica. Sin embargo, y por diferentes motivos, carentes casi siempre de justificación real, su empleo en las mismas no ha sido suficientemente desarrollado. En los últimos años parece existir un renovado interés en demostrar la utilidad de las bajas dosis de radiación para el tratamiento sintomático de patologías degenerativas del aparato locomotor. Los autores presentan en este trabajo, una de las series más numerosas de la literatura, su experiencia empleando dosis bajas de irradiación para el tratamiento de la trocanteritis resistente a otras terapias. Dos tercios de los 60 pacientes incluidos mostraron un significativo beneficio con disminución notable del dolor tras radioterapia, manteniéndose el alivio sintomático más allá de los 2 años tras la finalización en más del 70% de los pacientes que respondieron adecuadamente. No se observaron en el seguimiento complicaciones atribuibles a la radioterapia. Resultados como el de este estudio, y otros similares que cada vez se publican con mayor profusión, demuestran la utilidad y eficacia de la radioterapia como antiinflamatorio y abre nuevas posibilidades a generalizar su uso.

3.- Accelerated hypofractionated radiation therapy (AHRT) for non-small-cell lung cancer: can we leave standard fractionation? de Dios NR, Sanz X, Foro P, Membrive I4,5, Reig A, Ortiz A,  Jiménez R, Algara M. Clin Transl Oncol. 2016 Aug 23.

El tratamiento estándar del cáncer de pulmón en estadios muy iniciales es la cirugía o la radioterapia esterotáxica ablativa (SBRT) como principales opciones curativas, mientras que en los casos de tumores localmente avanzados la radioquimioterapia concurrente se ha erigido como la mejor alternativa terapéutica. En aquellos casos no considerados aptos para cirugía o SBRT, o no candidatos a un tratamiento con radioquimioterapia con intención radical, las opciones curativas no eran demasiadas. Recientemente, el empleo de esquemas de radioterapia hipofraccionada y acelerada están abriendo nuevas alternativas para el tratamiento de estos subgrupos de pacientes. Los autores reflejan en este estudio su experiencia empleando un esquema hipofraccionado y acelerado que supone una escalada moderada de la dosis sobre los esquemas convencionales. Con una mediana de seguimiento de casi 4 años, los resultados en términos de supervivencia global y libre de enfermedad son esperanzadores sin haberse observado un aumento de complicaciones graves agudas o tardías.

2.- 5-year results of accelerated partial breast irradiation using sole interstitial multicatheter brachytherapy versus whole-breast irradiation with boost after breast-conserving surgery for low-risk invasive and in-situ carcinoma of the female breast: a randomised, phase 3, non-inferiority trial. Strnad V, Ott OJ, Hildebrandt G, Kauer-Dorner D, Knauerhase H, Major T, Lyczek J, Guinot JL, Dunst J, Gutierrez Miguelez C, Slampa P, Allgäuer M, Lössl K, Polat B, Kovács G, Fischedick AR, Wendt TG, Fietkau R, Hindemith M, Resch A, Kulik A, Arribas L, Niehoff P, Guedea F, Schlamann A, Pötter R, Gall C, Malzer M, Uter W, Polgár C; Groupe Européen de Curiethérapie of European Society for Radiotherapy and Oncology (GEC-ESTRO). Lancet. 2016 Jan 16;387(10015):229-38. doi: 10.1016/S0140-6736(15)00471-7. GEC-ESTRO multicenter phase 3-trial: Accelerated partial breast irradiation with interstitial multicatheter brachytherapy versus external beam whole breast irradiation: Early toxicity and patient compliance. Ott OJ, Strnad V, Hildebrandt G, Kauer-Dorner D, Knauerhase H, Major T, Łyczek J, Guinot JL, Dunst J, Miguelez CG, Slampa P, Allgäuer M, Lössl K, Polat B, Kovács G, Fischedick AR, Wendt TG, Fietkau R, Kortmann RD, Resch A, Kulik A, Arribas L, Niehoff P, Guedea F, Schlamann A, Pötter R, Gall C, Malzer M, Uter W, Polgár C; Groupe Européen de Curiethérapie of European Society for Radiotherapy and Oncology (GEC-ESTRO). Radiother Oncol. 2016 Jul;120(1):119-23. doi: 10.1016/j.radonc.2016.06.019.

Los autores presentan los resultados de un ensayo de fase 3, aleatorizado, de no inferioridad realizado entre 2004 y 2009 en 16 hospitales de siete países europeos incluyendo el nuestro. Se analizan 1184 pacientes con carcinoma intraductal o ductal infiltrante precoz tratadas con cirugía conservadora de mama y aleatorizadas a irradiación de mama entera o irradiación parcial de la mama (IPM) utilizando una técnica de braquiterapia con multicatéteres. El objetivo primario fue la tasa de recurrencia local. Con un seguimiento mínimo de 5 años, la diferencia entre ambos tratamientos fue inferior al margen establecido del 3%, concluyendo que la IPM adyuvante mediante braquiterapia con multicatéteres pacientes con cáncer de mama en estadios iniciales no es inferior a la irradiación de toda la mama con respecto al control local, la supervivencia libre de enfermedad y la supervivencia general.

En un segundo análisis, los autores reflejan la tolerancia aguda del tratamiento concluyendo que  la IPM presenta una excelente tolerancia y una disminución significativa de loa toxicidad aguda sobre la piel en comparación con la irradiación estándar de toda la mama.

A pesar de los buenos resultados observados en este estudio, y del evidente impacto del mismo, el editorial acompañante de Coles y Yarnold apunta un hecho que no hay que pasar por alto. Así, de acuerdo a ambos autores, el beneficio de este estudio, claro en el momento en que fue concebido por lo que suponía pasar de un tratamiento de 5-6 semanas de duración a uno de 1 semana exclusivamente, quizás pierda un tanto su importancia en el momento actual en el que el tratamiento estándar del cáncer de mama son 3 semanas de radioterapia.

1.- Abscopal Effects of Radiotherapy Are Enhanced by Combined Immunostimulatory mAbs and Are Dependent on CD8 T Cells and Crosspriming. Rodriguez-Ruiz ME, Rodriguez I, Garasa S, Barbes B, Solorzano JL, Perez-Gracia JL, Labiano S, Sanmamed MF, Azpilikueta A, Bolaños E, Sanchez-Paulete AR, Aznar MA, Rouzaut A, Schalper KA, Jure-Kunkel M, Melero I. Cancer Res. 2016 Oct 15;76(20):5994-6005.

En mi opinión, este es el mejor artículo publicado por oncólogos radioterápicos españoles en 2016. La combinación de radioterapia e inmunoterapia es una de las vías más prometedoras para el tratamiento del cáncer y es la vía que debemos transitar si buscamos mejorar los resultados de los tratamientos actualmente disponibles.

Abundantes evidencias sustentan el hecho de la relación entre radioterapia e inmunidad. Los resultados de ensayos preclínicos y clínicos han demostrado que estos efectos inmunogénicos de la radioterapia pueden aumentarse pueden aumentarse mediante el empleo de inmunoestimuladores que permitan incrementar su eficacia tanto en lesiones tumorales directamente irradiadas como en sitios distantes no irradiados. Los autores analizan en este muy interesante estudio como la combinación de anticuerpos anti-PD1 y anti-CD137 con radioterapia externa en modelos trasplantados cáncer colorrectal, melanoma y cáncer de mama condujo a observar efectos antineoplásicos sobre lesiones a distancia e las irradiadas, el conocido como efecto abscopal. Los investigadores observaron que estos efectos eran dependientes de células T-CD8, y que requerían así mismo de la presencia de células dendríticas responsables de los fenómenos de cross-priming y cross-presentation, y de IFN de tipo I. La radioterapia indujo cambios en el microambiente linfocitario tumoral en áreas irradiadas y no irradiadas, aumentando en las mismas la concentración de TILs con expresión de CD137 y PD1 mostrando así más moléculas diana para los anticuerpos correspondientes. La combinación de radioterapia junto con anticuerpos específicos frente a estas dianas aparece como una apuesta decidida de futuro que permitirá aumentar, de manera sinérgica, la eficacia de ambos tratamientos dotando de mayor entidad y relevancia en el tratamiento del cáncer a la naciente radioinmunoterapia.

«La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica»

Aristóteles, filósofo y científico griego (384 a.C.-323 a.C.)

Investigación oncológica en la Sanidad Pública: recortes y pseudociencia…

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La innovación en oncología ha sido, tradicionalmente, un proceso largo, tortuosos, retorcido y plagado de innumerables decepciones. De la miriada de medidas que surgen como prometedoras esperanzas de curación futura muy pocas, poquísimas, llegarán a ser conocidas y, tal vez, utilizadas en alguna ocasión. Y este ingente esfuerzo tiene, además, un enorme costo económico durante su investigación y desarrollo que se repercute, en demasiadas ocasiones, en el precio final del producto. Y dado que el grueso de la investigación está en manos de la industria privada, por la tradicional renuncia de la gestión pública a fomentar una investigación sensata y sostenible que vaya más allá de las veleidades políticas de los dirigentes de cada bando que se van alternando en nuestro país con el único objetivo, al parecer, de amargarnos la existencia a los que les mantenemos en sus delirios, el coste final del desarrollo de tratamientos contra el cáncer recaerá, de manera directa o indirecta, sobre el paciente. Esta misma semana se denunciaba la existencia de inequidades en el acceso a distintos tratamientos en función del lugar de residencia del paciente, y como en algunas comunidades los enfermos tenían dificultades en acceder a los fármacos más caros (que no necesariamente los más eficaces…). Y de todo ello se culpa, con razón o interesadamente, a un concepto tan amplio como indefinible de “los recortes”

Pero esta misma semana hemos asistido a un hecho que ha elevado el nivel del debate a nuevas, y previamente insospechadas, cotas. Un gran hospital de Madrid, uno de los (teóricos) centros punteros en Oncología de nuestro país, uno de los buques insignia de los que defienden, por encima de la realidad en muchas ocasiones, que la única investigación y práctica “de calidad”, y por tanto respetable y defendible, que se hace en Oncología en la Comunidad de Madrid es la que se efectúa en centros de titularidad pública, uno de los emblemas que se conjura en el imaginario colectivo durante las mareas y pleamares que azotan nuestra maltrecha Sanidad Pública, uno de “nuestros verdaderos hospitales”, ha dado un paso más que demuestra que no todo está perdido en Oncología, antes bien, ¡que siempre se puede caer más bajo! La imagen que ha ofrecido es ta semana uno de esos grandes hospitales que tanto se vanaglorian de su liderazgo y participación en ensayos clínicos en oncología, tanto nacionales como internacionales, de la calidad e impacto de sus artículos publicados, de ser un referente y faro de la investigación oncológica, se ha desmonoronado por obra y parte (o por la ausencia de ambas) de sus responsables: directivos y clínicos.

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El pasado martes día 17 de marzo de 2015, el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid acogió, y quien sabe si también promovió, una sesión que defendió el esoterismo seudocientífico como remedio sanador para el cáncer. Según la médico conferenciante invitada, el cáncer es un enfermedad que se curaría con algo tan simple como “trascender la polaridad de los dos hemisferios cerebrales: el izquierdo: activo, eléctrico, ácido, el Yang, el Sol, masculino, el fuego; frente al derecho: pasivo, magnético, alcalino, el Yin, la Luna, femenino, el agua, la noche, las cuevas y las montañas.” Y que este nivel de profundidad ascética se puede alcanzar, parece que fácilmente, “visionando películas de los Hermanos Marx y comiendo palomitas” Con independencia de lo brillantes que puedan ser algunas de sus películas, y de las hilarantes escenas que han quedado para siempre como monumentos al más ácido y corrosivo humor, atribuir a las mismas propiedades antineoplásicas parece, al menos, un tanto arriesgado. Cierto es que, en comparación con algunos otros pseudotratamientos (homeopatía, reiki, flores y piedras variadas,…) los Marx tienen la virtud de arrancar sonrisas, pero siempre obligando a ejercitar la inteligencia, a pensar …

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Pensamiento inteligente, algo que no parecen haber entendido los responsables del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. ¿Dónde estaban, y continúan estando, los Jefes de las distintas Oncologías de las que presume el centro?, ¿acaso no se arrogan  ellos la responsabilidad y liderazgo de la investigación oncológica en su centro?, ¿es posible hablar y discutir de oncología en un hospital como el Clínico sin contar con la aprobación y participación de sus oncólogos?, ¿no han salido, aún, a denunciar el engaño y la pseudociencia y a defender el método científico? Cuesta creer que no haya sido así, aunque quizás los Jefes de Oncología (¿y sus servicios?) son unos profundos enamorados de las dotes artísticas de los Marx y apoyan esta nueva línea de investigación basada en la videoteca frente a los intentos actuales de basar tratamientos en la genoteca, viendo beneficios que los oncólogos de batalla ni siquiera llegamos a vislumbrar…

Y aunque es cierto que algunas de las medida que se guarecen bajo el amplio paraguas de “terapias complementarias” han demostrado su utilidad en estudios controlados y bien planeados, como en el caso de la acupuntura para el tratamiento de los sofocos secundarios a manipulaciones hormonales en pacientes con cáncer de mama o próstata, como tratamiento de náuseas y vómitos por quimioterapia o para la xerostomía en pacientes con tumores de cabeza y cuello sometidos a radioterapia, pero no parece que la cinematografía de los Hermanos Marx se encuentre entre las alternativas terapéuticas más eficaces.

Recortes, recortes,…, se habla mucho de recortes. Con razón o sin ella, con conocimiento o repitiendo tan solo consignas cual papagayos, recortes es un término que se ha incrustado en cualquier discusión que toque, aunque sea muy tangencialmente, la Sanidad Pública. Recortes en pruebas diagnósticas, recortes en tratamientos, recortes en atención,…, recortes, siempre recortes. Los recortes existen, ¡qué duda cabe! Lo que demuestran hechos como esta sesión es la trascendencia e importancia de los recortes. Sobre todo cuando, como en este caso, son recortes en la inteligencia y el sentido común de quienes autorizan y avalan, por acción u omisión, estas demostraciones de pseudociencia…

Claro que, alguno de sus responsables pensará, parafraseando al gran Marx:

«Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente»
Julius Henry (Groucho) Marx, (1890-1977)

Investigación en Oncología: ¿cantera o cartera?

La investigación constante es una característica inherente a la Medicina. Y la Oncología es, probablemente, una de las áreas donde más se avanza en desarrollo e innovación. Sin duda alguna, la mejoría en el pronóstico global del cáncer debe atribuirse de una manera muy significativa a las campañas de prevención, de modificación de los hábitos de conducta y de diagnóstico precoz del cáncer. Pero también, justo es reconocerlo, a los avances experimentados en los diferentes tratamientos frente al cáncer, principalmente en lo que concierne a la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. En una anterior entrada de este blog coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer se apuntaba la importancia que las distintas terapéuticas tienen en la curación de los pacientes con cáncer.

Esta misma semana hemos conocido la publicación en la prestigiosa revista Nature Genetics de los resultados de un trabajo liderado por el grupo del Instituto de Investigaciones Sanitarias de Santiago y la Fundación Pública Galega de Xenómica realizado en estrecha colaboración con investigadores del Servicio de Oncología Radioterápica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) realizado en más de 700 pacientes diagnosticados de cáncer de próstata. Los investigadores han identificado una variante genética del gen TANC1, localizada en el cromosoma 2, que se asociaría con un  riesgo hasta 6 veces superior de experimentar toxicidad tardía por la radioterapia. Estos resultados se han confirmado en estudios realizados sobre más de 1000 pacientes del Reino Unido y los EE.UU. Un simple análisis de sangre permitiría detectar estas variantes con antelación al tratamiento y su conocimiento, junto al resto de factores clínicos del paciente y patológicos del tumor, permitiría una personalización mucho mayor de la radioterapia necesaria.

Para comprender la importancia e impacto futuro de este estudio resulta interesante conocer la realidad del cáncer de próstata en nuestro medio. Actualmente el cáncer de próstata es el tumor más frecuentemente diagnosticado en hombres en los EE.UU. superando al cáncer de pulmón y al cáncer colorrectal. Además, se estima que 1 de cada 7 hombres padecerán un cáncer de próstata a lo largo de su vida:

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En España, el cáncer de próstata es también el de mayor incidencia y prevalencia en los hombres:

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A la vista de estas cifras, y siendo la radioterapia uno de los principales y más eficaces tratamientos para el cáncer de próstata, es fácil suponer el enorme impacto que tendrá la posibilidad de prever no sólo el impacto del tratamiento en la curación de la enfermedad sino también sobre la calidad de vida futura de los hombres tratados.

(Simultáneamente, este pasado mes de junio se ha conocido el Informe de Posicionamiento Terapéutico de Pertuzumab que autoriza su financiación en el Sistema Nacional de Salud para recidivas de cánceres de mama o tumores metastásicos de inicio y que sobreexpresen HER2. Su aprobación se ha basado en el estudio CLEOPATRA que contó con la participación de oncólogos médicos españoles y que demostró un aumento en la mediana de supervivencia libre de progresión de 6,1 meses, pasando de 12,4 meses a 18,5 meses cundo se combinaban trastuzumab, docetaxel y pertuzumab frente a la combinación de trastuzumab, docetaxel y placebo. El coste de pertuzumab, según las recomendaciones de la FDA, es de 5.900 $ por mes de tratamiento, lo que se traslada en, aproximadamente, 71.000 $ por año. El estudio CLEOPATRA ha sido financiado por Roche, propietario de la patente del fármaco.)

Aunque radicalmente diferentes en su concepción, aplicabilidad e implicaciones futuras, estos dos ejemplos son una muy buena muestra de los avances que los oncólogos españoles están consiguiendo en la lucha frente al cáncer. Lo llamativo, no obstante, es que mientras la búsqueda de un perfil genético que permita optimizar el tratamiento del cáncer de próstata hacia una personalización del mismo que permita no sólo aumentar la curación sino mejorar también la calidad de vida de los hombres afectos se ha desarrollado sin ningún apoyo financiero externo, más allá del presupuesto con que pueda contar el grupo dependiente de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica, el estudio pivotal que ha permitido la aprobación de pertuzumab ha sido financiado por el laboratorio propietario del fármaco.

Son dos maneras de avanzar en la investigación y en la ciencia, y si bien el papel de la industria farmacéutica en el desarrollo de nuevos fármacos es crucial, y es comprensible su interés en demostrar la utilidad de sus productos para conseguir su máxima difusión y utilización, resultados como los obtenidos en Santiago demuestran que no es imprescindible contar con la financiación de una gran empresa para hacer buena investigación. Que lo fundamental es contar con un grupo entusiasta y trabajador, con una sólida formación y con ganas de innovar y descubrir nuevas fronteras, y con la tenacidad suficiente para llevar adelante una investigación de este calibre. Aún así, se hecha de menos un apoyo similar a estos grupos de investigadores que, aunque sus trabajos no vayan a impactar directamente en ninguna cuenta de resultados, están logrando avances en oncología tan importantes, o más en ocasiones, que los conseguidos bajo el paraguas de una gran multinacional.

 «Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito»

Thomas Alva Edison, empresario e inventor estadounidense (1847-1931)

Coste-beneficio en Oncología: cuando no siempre lo más caro es lo mejor…

Costo-Utilidad

Desde hace varios meses venimos escuchando de manera insistente que “los oncólogos reclaman un acceso rápido y equitativo a la innovación oncológica”. Lo que podría parecer una aspiración razonable presenta, sin embargo, algún que otro claroscuro. El acceso “rápido y equitativo” corre el riesgo de confundirse con la exigencia de aceptar y adoptar de forma inmediata cualquier fármaco nuevo tan pronto llegue al mercado y sin plantear ninguna otra alternativa. En las últimas semanas son frecuentes las declaraciones de algunos oncólogos que piden que las decisiones del Ministerio de Sanidad sean vinculantes para todas las comunidades autónomas y que estas no puedan realizar re-evaluaciones de medicamentos que ya cuentan con un informe de posicionamiento terapéutico, ni llevar a cabo equivalentes terapéuticos de varios fármacos que pertenecen a una misma familia o comparten una misma indicación pero que no son moléculas iguales. Pero no todos los oncólogos pensamos así.

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En un artículo publicado esta misma semana en la revista New England Journal of Medicine sus dos autores, oncólogos del National Cancer Institute, plantean una cuestión más que interesante, como es el análisis de efectividad (y de coste) de los nuevos fármacos antitumorales recientemente lanzados al mercado. Los autores critican la repercusión que sobre la sociedad en general tiene el alto coste de estos medicamentos y plantean la disyuntiva de si sus, en ocasiones, modestos resultados con ganancias en supervivencia de pocas semanas o meses, justifican el interés en adoptarlos inmediatamente con todo lo que ello conlleva. La aceptación indubitable de cualquier nuevo fármaco por nuestro sistema sanitario trae aparejada una serie de desventajas. Por un lado, los precios altos son sufragados cada vez que estos fármacos se prescriben por un sistema público cada día más acuciado por el déficit. Y en segundo lugar, los altos precios impiden realizar ensayos de eficacia comparativa independientes, que buscarían establecer alternativas igualmente eficaces pero más baratas, protegiendo así la cuota de mercado de los medicamentos de alto costo. Para ilustrar la perversión asociada a este modelo, los autores analizan dos casos de enorme interés. Por un lado, analizan la eficacia de abiraterona en el tratamiento del cáncer de próstata metastásico hormono-refractario. El mecanismo de acción de abiraterona es similar a la de un fármaco más antiguo, ketoconazol, que también inhibe el citocromo P450 c17 (CYP17). De hecho, antes de la aprobación de abiraterona para el cáncer de próstata resistente a la castración, el ketoconazol se había venido utilizando a este fin basándose en los resultados observados en ensayos clínicos. La ventaja teórica de abiraterona es su mayor especificidad sobre la 17-alfa-hidroxilasa, y por tanto menos efectos fuera inhibitorios sobre las vías del cortisol y aldosterona. Sin embargo, ambos fármacos, tanto abiraterona como ketoconazol, requieren la administración simultánea de suplementos de corticoesteroides para evitar efectos secundarios indeseables. La aprobación del uso clínico de abiraterona se estableció de acuerdo a los resultados de un ensayo aleatorizado incluyendo 1200 pacientes y en los que se observó una aumento en la mediana de supervivencia de apenas 4 meses (de 10,9 a 14,8 meses). Los resultados observados con ketoconazol, si bien no han sido analizados en estudios tan rigurosos como los realizados con abiraterona, mostraron mejorías en tasa de respuesta y en supervivencia libre de progresión, aunque el numero de pacientes incluidos en el estudio de mayor tamaño apenas alcanzó los 250. Parece lógico pensar que, en similares condiciones de estudio y control, los resultados que se observarían con ketoconazol no diferirían mucho de los atribuidos a abiraterona, Lo que si es claro y evidente es la enorme diferencia de coste entre ambos tratamientos. El ketoconazol es un medicamento ampliamente disponible, genérico y que cuesta 500-700 $ por mes, mientras que el coste de abiraterona supera los 7.000 $ por mes, 10 veces más que el ketoconazol. A la vista de estos aspectos, parecería sensato plantear un estudio comparativo, de no inferioridad, entre ketoconazol y abiraterona. El problema es que, una vez aprobado y autorizado el uso del medicamento, el laboratorio responsable del mismo no tiene ya interés en comparar su eficacia frente a otro fármaco, ¡y menos aún si encima es 10 veces más barato! Ante ello, lo único que cabe es realizar un estudio independiente, pero el coste en abiraterona necesario para este estudio, habida cuenta de que el propietario de la patente no lo iba a proporcionar de manera gratuita, superaría los 70 millones de dolares. Probablemente, este estudio nunca se realizará y nunca sabremos la eficacia real de una alternativa más barata.

Del mismo modo, los autores también analizan otro caso, como es el uso de paclitaxel unido a albúmina (nab-paclitaxel) en el tratamiento del cáncer de páncreas. En 2013, nab-paclitaxel en combinación con gemcitabina demostró aumentar la supervivencia global en el cáncer de páncreas en algo menos de 2 meses (de 6,7 a 8,5 meses), en comparación con gemcitabina exclusivamente. Nab-paclitaxel es una formulación alternativa de paclitaxel más costosa aunque su superioridad biológica es incierta ya que en estudios en cáncer de pulmón o de mama metastásicos no ha demostrado ser mejor que paclitaxel. Por otra parte, paclitaxel nunca se ha sometido a pruebas en combinación con gemcitabina en un ensayo aleatorizado de tamaño similar en pacientes con cáncer de páncreas. Desafortunadamente, para comprobar si estos dos fármacos, paclitaxel y nab-paclitaxel, son equivalentes, el coste del nab-paclitaxel necesario sería de casi 38 millones de dólares. De nuevo, un estudio de estas características tiene pocas posibilidades de realizarse.

En la misma línea, los autores realizan estimaciones de lo que supondría demostrar la no inferioridad de otros fármacos antineoplásicos probablemente igual de eficaces pero más baratos que los aprobados recientemente (Tabla).

nabpaclitaxLa conclusión de los autores es clara: el alto precio de los medicamentos contra el cáncer no es sostenible, y la necesidad de alternativas menos costosas es mayor en los casos en que el beneficio de las nuevas terapias es marginal. Al mismo tiempo, ponen de relieve una situación perversa: los precios elevados protegen la cuota de mercado de un fármaco , lo que impide desafíos de alternativas más baratas.

Los ejemplos citados en el artículo de Mailankody y Prasad ponen de manifiesto el creciente interés en los análisis coste-efectividad, más aún en situaciones como la actual en la que estamos sometidos a un ajuste económico en todos los aspectos. Es defendible que los laboratorios tengan interés en que sus fármacos se aprueben cuanto antes, ya que es lo que les garantizará una cuota de mercado y los blindará frente a posibles alternativas más baratas. Lo que ya no parece tan fácil de entender es que sociedades científicas de prestigio se brinden a actuar a la manera de “caballos de Troya” para estas industrias, reclamando y exigiendo la autorización de uso inmediata de todo nuevo fármaco aunque su beneficio pueda ser discutible. Y menos aún que se nos englobe a todos los oncólogos en sus demandas. El argumento de que los ensayos clínicos deben tratar únicamente de encontrar mejores terapias y no alternativas menos costosas es cada vez menos sostenible, y los oncólogos debemos de ser conscientes de ello. La presión que en ocasiones se dirige sobre los organismos oficiales, tanto al Ministerio de Sanidad como las distintas Consejerías Autonómicas de Sanidad, para la aprobación inmediata de nuevos fármacos, debería quizás dirigirse también hacia la industria farmacéutica, para favorecer la realización de estudios que demuestren no sólo eficacia de un fármaco, sino también beneficio en términos de coste-efectividad. En nuestras manos está, como oncólogos, la responsabilidad de reclamar estos estudios. ¿Seremos capaces de hacerlo…?

“La manera más efectiva de hacer algo, es hacerlo”
Amelia Earhart, pionera de la aviación estadounidense (1897-1937?)

Suárez, Alzheimer y Radioterapia…

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Con la muerte de Adolfo Suárez desparece una de las figuras más importantes en la historia de España en el último siglo. Tanto por lo que representó como por su labor al frente del Gobierno de España, con luces y sombras, Adolfo Suárez será sin duda alguna recordado como uno de los personajes más influyentes y al que debemos en gran medida la evolución de España, y de los españoles, en los últimos 40 años. Adolfo Suárez se ha ido, y lo ha hecho arrastrado por una de las enfermedades más devastadoras e incurables a las que se enfrenta el hombre moderno, como es la enfermedad de Alzheimer. El Alzheimer es la forma más común de demencia en occidente y se estima que en los Estados Unidos afecta actualmente a uno de cada ocho estadounidenses mayores. Los signos y síntomas más comunes asociados con esta enfermedad incluyen trastornos cognitivos, alteraciones en la memoria y la conducta. Estos déficit pueden progresar hasta el punto de que los pacientes necesiten ayuda para todas las actividades diarias. Por el envejecimiento progresivo de la población occidental, se calcula que la incidencia de la enfermedad de Alzheimer aumentará un 50 por ciento en los mayores de 65 años en el año 2030. Los tratamientos actuales sólo han tenido éxito en retrasar temporalmente la progresión de los síntomas, aunque no existe una cura definitiva.

La fisiopatología de la enfermedad de Alzheimer se desconoce. Sus dos características más estudiadas son: 1) se produce un deposito de proteínas beta-amiloide en forma de placas en diferentes áreas del Sistema Nervioso Central (SNC), incluyendo el hipocampo, que conduce a la pérdida progresiva de memoria y otras funcionalidades neuronales y 2) se produce un acúmulo intracelular de anormal de fibrillas entrelazadas dentro de las neuronas, los llamados ovillos neurofibrilares, formados por la fosforilación en forma de ovillos asociada a los microtúbulos intracelulares de la proteína Tau. Estas dos estructuras anormales son el sello distintivo de la enfermedad y conducen a la degeneración neuronal origen de los síntomas clínicos de la enfermedad de Alzheimer. Algunas hipótesis apuntan a que la enfermedad Alzheimer desencadena una suerte de respuesta inflamatoria en las estructuras cerebrales lo que conduce a la activación de las células microgliales, un tipo de macrófagos específicos para el sistema nervioso central. Esta microglía tiende a acumularse en las áreas de depósito de placas de beta-amiloide favoreciendo la liberación de mediadores de respuesta inflamatoria. Numerosas terapias se han ensayado en las últimas décadas dirigidas frente a esta respuesta inflamatoria, si bien su éxito ha sido muy limitado.

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La radioterapia, uno de los tratamientos más eficaces frente al cáncer, es un potente antiinflamatorio que también ha demostrado su utilidad en el tratamiento de diversas enfermedades benignas. Los resultados observados en trastornos ostearticulares degenerativos como artrosis, espolón del calcáneo o periartritis son algunos de los excelentes ejemplos del efecto beneficioso de la radioterapia en enfermedades benignas. Del mismo modo, la radioterapia también ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de enfermedades como la amiloidosis traqueobronquial, caracterizada por el acúmulo de material amiloide en el árbol respiratorio (Kurrus et al. Chest 1998, O’Regan et al. Medicine 2000, Kalra et al. Mayo Clin. Proc. 2001, Monroe et al. Chest 2004), amiloidosis orbitaria (Khaira et al. Orbit 2008), o amiloidosis del párpado y conjuntiva (Pecora et al. Annals of Ophthamology 1982). Estas evidencias, junto con el conocimiento de la importancia de los depósitos de amiloide en la fisiopategenia de la enfermedad de Alzheimer, han apoyado el interés en el empleo de la radioterapia como alternativa terapéutica en esta terrible enfermedad.

En el congreso de la American Society of Therapeutic Radiation Oncology (ASTRO) de 2012, los investigadores del William Beaumont Research Institute de Michigan presentaron dos estudios (Marples et al, McGee et al)  con los resultados obtenidos con radioterapia sobre un modelo de enfermedad de Alzheimer en fase inicial en ratones transgénicos capaces de expresar placas de beta-amiloide humano en la corteza cerebral y el hipocampo. Los ratones recibieron dosis únicas de 5-15 Gy o tratamientos fraccionados (1 Gy/día x 10 días, 2 Gy/día x 5 días). La presencia de placas de beta-amiloide fue evaluada a las 2-8 semanas después de la radioterapia mediante cortes histológicos del cerebro de los ratones. Los investigadores utilizaron una técnica de tratamiento de hemi-cerebro, lo que permitió la comparación entre el cerebro irradiado y no irradiado dentro de los sujetos individuales.

Los resultados obtenidos han sido esperanzadores. Tanto la administración de una dosis única de radioterapia como los tratamientos fraccionados fueron eficaces para reducir las placas de beta-amiloide. La reducción media en la presencia de placas de beta-amiloide a las 4 semanas del tratamiento fue del 29,3%, 45,7% y 56,9 % respectivamente para los tratamientos de dosis única y del 50,6% con esquema de 1 Gy/día x 10 días y del 72 % con el esquema de 2 Gy/día x 5 días. Dada la BED ( α / β = 2 ) de los cinco regímenes es 17,5 ( 5 Gy ) , 60 ( 10 Gy ) , 116 ( 15 Gy ), 15 ( 1 Gy x 10 ) , y 30 ( 2 Gy x 5 ). Así mismo, los autores observaron que la reducción en las placas después de una sola dosis de 10 Gy aumentaba con el seguimiento, siendo a los 2, 4 y 8 semanas del 32,8% ( ± 12,5 ) , 45,7% ( ± 11,8 ) , y 54,2% ( ± 19,3 ) respectivamente. Del mismo modo, la radioterapia se asoció con una reducción media del 38 % en la expresión de la protéina Tau. Los mismos autores, en un segundo trabajo, evidencian que la reducción en la presencia de placas de beta-amiloide observada está en directa relación con efectos antiinflamatorios de la radioterapia que favorecen una regulación a la baja en la expresión de genes de las proteínas precursoras de beta-amiloide (APLP1, APLP2, y apolipoproteína A-1) y, por tanto, contribuyen a disminuir significativamente la formación de placas de beta-amiloide. La conclusión de los autores es que la radioterapia a dosis bajas produce una reducción significativa en la expresión de placas de amiloide y proteína Tau, relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, y que estos datos sugieren que podría ser una nueva y prometedora alternativa en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

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La radioterapia demuestra día a día, y desde hace más de 100 años, su eficacia en el tratamiento del cáncer. Pero no sólo es útil en enfermedades malignas sino que también ha demostrado su capacidad para tratar enfermedades benignas. Las propiedades antiinflamatorias de la radioterapia han quedado acreditadas suficientemente a lo largo de los años. Numerosas evidencias científicas avalan la eficacia y seguridad de la radioterapia en el tratamiento de procesos degenerativos (artrosis, osificación heterotópica…), proliferativos e inflamatorios (bursitis, queloides, enfermedad de Dupuytren, amiloidosis,…), vasculares (malformaciones, angiomas, DMAE,…) y la constituyen en una alternativa terapéutica atractiva. La posibilidad de emplear la radioterapia, un tratamiento de fácil accesibilidad y de amplia distribución geográfica, en una enfermedad de la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer supone una nueva esperanza que puede ayudar a paliar la actual carencia de remedios eficaces en esta devastadora enfermedad. Sin duda, son necesarios más estudios que confirmen estos prometedores hallazgos, y es preciso dar el salto de la investigación básica en animales a demostrar la eficacia en pacientes, pero las bases están ya puestas, y es este un camino que no debemos dejar de explorar.

 “…the so called benign diseases may not be so benign as the term suggests, in truth, they may be characterized by those malignant conditions wich are well known for cancerous conditions, i. e. loss of organ function and quality of life, which justify use of radiotherapy…”

M. H. Seegenschmiedt, oncólogo y radioterapéuta alemán: “Thoughts about Benign and Not so Benign Diseases; BenignNews 2001”

Top 15 de la Oncología Radioterápica en España en 2013

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Ahora que llegamos al final del 2013, toca hacer balance y resumen de lo hecho este año. Y, como sucede en otros ámbitos, también es un buen momento para repasar que ha aportaciones ha hecho la Oncología Radioterápica española al tratamiento del cáncer.

Revisar todo tipo de publicaciones en revistas, libros o similares, ponencias y comunicaciones en cursos, jornadas, seminarios o reuniones, está más allá de la intención de esta entrada, y tan sólo se pretende reflejar el impacto que los oncólogos radioterápicos españoles hemos tenido este último año en la literatura científica más reconocida. Por tanto, esta revisión se ha limitado a las publicaciones incluidas en una base de datos de reconocido prestigio como PubMed, y a las revistas indexadas en la misma. Además, esta alternativa permite hacer también una visión comparativa con los países de nuestro entornó.

En este pasado 2013 los Oncólogos Radioterápicos españoles cuentan con un total de 44 referencias en PubMed entre artículos originales, artículos de revisión y cartas al editor. El listado completo puede pinchando sobre este enlace: PubMed_España_2013

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Aunque el número de publicaciones está cercano a la media europea, como puede verse en la figura, aún estamos muy lejos del nivel científico alcanzado por aquellos países a los que pretendemos asemejarnos. Las causas de esta enorme diferencia son fáciles de intuir. “Investigar en España es llorar”, decía Don Santiago Ramón y Cajal, y no sin razón. La investigación, tanto básica como clínica, ha sido tradicionalmente despreciada en España, tanto en el sistema público como en la asistencia privada. Y de esos polvos, estos lodos. Y esto es un aspecto que debemos tratar de mejorar.

El grueso de publicaciones se ha basado en los resultados de la investigación clínica y sólo un 7% hacen referencia a trabajos de investigación básica en laboratorio. Las áreas de interés de los oncólogos españoles a la hora de publicar sus resultados se centra, mayoritariamente, en los tumores de cabeza y cuello (23%) seguidos del cáncer de próstata (9%) y del cáncer de mama (7%).

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Las siguientes 15 publicaciones son las que, a mi juicio, mayor impacto han tenido este 2013. Obviamente, es una apreciación subjetiva y alguien podrá echar en falta algún artículo concreto o cuestionar la gradación establecida, pero la mayoría de los artículos mencionados merecen estarlo y son un fiel reflejo de la actividad científica de la Oncología Radioterápica en España.

Top 15 de la Oncología Radioterápica en España en 2013:

  1. Rodríguez N, Sanz X, Dengra J, Foro P, Membrive I, Reig A, Quera J, Fernández-Velilla E, Pera O, Lio J, Lozano J, Algara M.Five-year outcomes, cosmesis, and toxicity with 3-dimensional conformal external beam radiation therapy to deliver accelerated partial breast irradiation.Int J Radiat Oncol Biol Phys. 2013 Dec 1;87(5):1051-7. doi: 10.1016/j.ijrobp.2013.08.046. Este excelente trabajo recoge los resultados de un estudio que compara la eficacia, toxicidad y estética del tratamiento conservador de la mama comparando la irradiación parcial acelerada (IPM) frente a la irradiación de toda la mama (RTM) utilizando radioterapia externa. Este estudio refleja perfectamente como no hace falta disponer de los ultimísimos avances y tecnología para realizar un magnífico trabajo. Tan solo es necesario un buen diseño, adecuado y adaptado a las necesidades, y un excelente desarrollo.
  2. Martínez-Monge R, Cambeiro M, Rodríguez-Ruiz ME, Ramos LI, San-Julián M, Alcalde J, Jurado M. A proposal for the stratification of the risk of locoregional failure after surgical resection, perioperative high dose rate brachytherapy, and external beam irradiation: The University of Navarre predictive model. Brachytherapy. 2013 Nov 30. doi:pii: S1538-4721(13)00388-7. 10.1016/j.brachy.2013.11.001. El objetivo de los autores de este interesante trabajo es desarrollar un modelo de predicción clínica de fracaso locorregional después de la resección quirúrgica completa seguida de braquiterapia perioperatoria de alta tasa de dosis y radioterapia externa en pacientes con tumores de distinta localización. Gracias a la enorme experiencia de los autores en el campo de la braquiterapia, se consigue generar un modelo predictivo de cuatro niveles que parece ser válido para un número de diferentes tumores comunes y entornos clínicos.
  3. Lara PC, López-Peñalver JJ, Farias VD, Ruiz-Ruiz MC, Oliver FJ, Ruiz de Almodóvar JM. Direct and bystander radiation effects: A biophysical model and clinical perspectives. Cancer Lett. 2013 Sep 14. doi:pii: S0304-3835(13)00659-9. 10.1016/j.canlet.2013.09.006. Los autores hacen una elegante revisión de dos aspectos de sumo interés acerca del as bases de actuación de la radioterapia. Es indudable que la radioterapia, como tratamiento selectivo que es, tiene un efecto fundamentalmente local, allí donde se administra. Sin embargo, cada vez cobra mayor interés el estudio de los efectos que distancia del área irradiada tiene una dosis de radioterapia, el llamado efecto abscopal. Este efecto, que ahora empieza a comprenderse en mayor profundidad, jugará sin duda un papel relevante en la radioterapia del futuro.
  4. Tovar I, Expósito J, Jaén J, Alonso E. Underuse of radiotherapy in lung cancer has negative consequences for patients.J Thorac Oncol. 2013 Jan;8(1):62-7. doi: 10.1097/JTO.0b013e3182745640. La radioterapia ha demostrado ser un tratamiento eficaz cuando se utiliza solo o con otras terapias en el cáncer de pulmón. Sin embargo, la infrautilización de la radioterapia no es infrecuente. El objetivo de esta investigación fue evaluar el uso de la radioterapia como tratamiento inicial para el cáncer de pulmón en una región del sur de Europa. Los resultados de este estudio nos ponen frente a una realidad que no es en absoluto agradable para la oncología española. La infrautilización de la radioterapia para el tratamiento del cáncer de pulmón, tal y como se refleja en el análisis, debería ser motivo de reflexión inmediata. De acuerdo con la literatura, el aumento de supervivencia atribuible a la utilización de la radioterapia en pacientes con diagnóstico de cáncer de pulmón no microcítico varía desde 1,8 hasta 14,1 meses. La infrautilización de la radioterapia en la región estudiada correspondería a una pérdida de más de 3.000 meses en el tiempo de supervivencia.
  5. Kirisits C, Rivard MJ, Baltas D, Ballester F, De Brabandere M, van der Laarse R, Niatsetski Y, Papagiannis P, Hellebust TP, Perez-Calatayud J, Tanderup K, Venselaar JL, Siebert FA. Review of clinical brachytherapy uncertainties: Analysis guidelines of GEC-ESTRO and the AAPM. Radiother Oncol. 2013 Nov 30. pii: S0167-8140(13)00563-X. Doi: 10.1016/j.radonc.2013.11.002. Una reducción sustancial de las incertidumbres en la braquiterapia clínica debe dar lugar a un mejor resultado en términos de aumento del control local y efectos secundarios reducidos. Este estudio reflefja el esfuerzo realizado por el grupo de trabajo de ESTRO (European SocieTy for Radiotherapy and Oncology) BRAPHYQS (Brachytherapy Physics Quality Assurances System) para identificar, agrupar, y cuantificar los tipos de incertidumbres y su importancia relativa.
  6. Macias VA, Blanco ML, Perez-Romasanta LA. Initial experience with stereotactic body radiation therapy for localized prostate cancer using helical tomotherapy. Clin Transl Oncol. 2013 Aug 9. En este estudio prospectivo los autores pretenden evaluar la aparición y grado de toxicidad urinaria en pacientes con adenocarcinoma de próstata tratados con radioterapia estereotáctica extracraneal (SBRT) empleando una técnica de tomoterapia helicoidal. El enorme interés de este estudio radica en abordar un concepto de tanto impacto como es la posibilidad de reducir el tiempo necesario para el tratamiento de uno de los tumores más prevalentes, con la consiguiente mejora en la calidad de vida de los pacientes y contribuyendo a la optimización de los recursos disponibles.
  7. Martínez Carrillo M, Tovar Martín I, Martínez Lara I, Ruiz de Almodóvar Rivera JM, Del Moral Ávila R. Selective use of postoperative neck radiotherapy in oral cavity and oropharynx cancer: a prospective clinical study. Radiat Oncol. 2013 Apr 28;8:103. doi: 10.1186/1748-717X-8-103. En la radioterapia postoperatoria del cáncer de cabeza y cuello, el volumen de irradiación de las áreas ganglionares suele ser el misma que la extensión de la disección previa. Los autores idearon un protocolo de irradiación selectiva según el riesgo estimado para cada uno de los niveles disecados. La irradiación electiva de las áreas del cuello de acuerdo a los criterios de riesgo establecidos en el protocolo se asoció con un patrón de recidivas locales similar al observada después de la irradiación del estándar de todas las áreas ganglionares del cuello pero con una reducción significativa en el volumen de irradiación y en la toxicidad secundaria.
  8. Guinot JL, Arribas L, Tortajada MI, Crispín V, Carrascosa M, Santos M, Mut A, Vendrell JB, Pesudo C, Chust ML.From low-dose-rate to high-dose-rate brachytherapy in lip carcinoma: Equivalent results but fewer complications.Brachytherapy. 2013 Nov-Dec;12(6):528-34. doi: 10.1016/j.brachy.2013.05.007. Este estudio refuerza el papel, algo olvidado hoy en día, de la braquiterapia como tratamiento curativo del carcinoma epidermooide de labio. Los autores comparan, retrospectivamente, la braquiterapia de alta tasa de dosis (HDR) frente a la braquiterapia con dosis baja tasa (LDR) en pacientes con carcinoma epidermoide de labio T1-T4. Tanto la braquiterapia con LDR como con HDR es eficaz en el control local y la supervivencia de pacientes con carcinomas epidermoides de labio, pero la braquiterapia HDR se asocia con una menor incidencia de complicaciones en el seguimiento.
  9. Cacicedo J, Casquero F, del Hoyo O, Gomez-Iturriaga A, Martinez-Indart L, Lopez JL, Bilbao P.Definitive radiotherapy for T1 glottic squamous cell carcinoma: a 15-year Cruces University Hospital experience.Clin Transl Oncol. 2013 Nov;15(11):925-31. doi: 10.1007/s12094-013-1025-1. Este trabajo muestra la experiencia del Hospital de Cruces (Bilbao) en el tratamiento con radioterapia exclusiva del carcinoma glótico T1 N0. Los resultados de la serie analizada demuestran que la radioterapia como tratamiento único ofrece una alta probabilidad de control local y una tasa de supervivencia excelente en casos seleccionados de tumores malignos de cuerdas vocales.
  10. Cerezo L, López C, de la Torre A, Suárez D, Hervás A, Ruiz A, Ballestín C, Martín M, Sandoval P. Incidence of human papillomavirus-related oropharyngeal cancer and outcomes after chemoradiation in a population of heavy smokers. Head Neck. 2013 Apr 25. doi: 10.1002/hed.23366. La incidencia carcinomas orofaríngeos relacionados con el virus del papiloma humano (VPH) está aumentando en todo el mundo. El propósito de este estudio fue analizar la incidencia en nuestro país, y determinar la influencia del estado de infección por VPH en la supervivencia entre una población con tumores de orofaringe y extremadamente fumadora. La incidencia de VPH se analizó en 102 pacientes con tumores en estadio II-IV tratados con radioquimioterapia. La incidencia de carcinomas orofaríngeos relacionados con el VPH en España es similar a la reportada en otros países europeos. En esta muestra de los grandes fumadores, se observó una tendencia no significativa para mejorar los resultados en pacientes que eran VPH postivos.
  11. Cacicedo J, Navarro A, Alongi F, Gómez de Iturriaga A, Del Hoyo O, Boveda E, Casquero F, Perez JF, Bilbao P. The role of re-irradiation of secondary and recurrent head and neck carcinomas. Is it a potentially curative treatment? A practical approach. Cancer Treat Rev. 2014 Feb;40(1):178-89. doi: 10.1016/j.ctrv.2013.08.002. La recidiva locorregional continúa siendo un problema de primera magnitud en el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello a pesar de los avances terapéuticos, incluyendo el fraccionamiento alterado y la adición de la quimioterapia a la radiación. De hecho, los tumores primarios recurrentes y segundo que ocurren en la zona previamente irradiado son reto clínico común. El propósito de esta revisión es evaluar los principales problemas en el ámbito de una reirradiación con respecto a la evidencia disponible en la actualidad. Los autores revisan y discuten tanto las nuevas estrategias de tratamiento como los criterios para definir los candidatos ideales para someterse a una reirradiación con el objetivo de describir un enfoque práctico para estos pacientes.
  12. Sabater S, Sevillano MM, Andres I, Berenguer R, Machin-Hamalainen S, Müller K, Arenas M. Reduction of rectal doses by removal of gas in the rectum during vaginal cuff brachytherapy.Strahlenther Onkol. 2013 Nov;189(11):951-6. doi: 10.1007/s00066-013-0427-x. El objetivo de este trabajo fue evaluar si la reducción de volumen en relación con la eliminación del gas en el recto podría traducirse en menores dosis a órganos de riesgo durante la braquiterapia de la cúpula vaginal. Los resultados demostraron que el volumen de recto irradiado se redujo significativamente después de la eliminación de gases. Tal disminución de volumen representó una reducción significativa en todos los parámetros analizados en los histogramas dosis-volumen (DVH) rectales. La conclusión de los autores es que la eliminación de bolsas de gas es una maniobra simple y de bajo costo que disminuye los parámetros de dosis rectal en la braquiterapia endovaginal.
  13. Henríquez-Hernández LA, Valenciano A, Foro-Arnalot P, Alvarez-Cubero MJ, Cozar JM, Suárez-Novo JF, Castells-Esteve M, Ayala-Gil A, Fernández-Gonzalo P, Ferrer M, Guedea F, Sancho-Pardo G, Craven-Bartle J, Ortiz-Gordillo MJ, Cabrera-Roldán P, Herrera-Ramos E, Lara PC. Polymorphisms in DNA-repair genes in a cohort of prostate cancer patients from different areas in Spain: heterogeneity between populations as a confounding factor in association studies. PLoS One. 2013 Jul 23;8(7):e69735. doi: 10.1371/journal.pone.0069735. Las diferencias en la distribución de los genotipos entre individuos del mismo origen étnico constituyen un factor importante confusión comúnmente infravalorado en estudios de asociación en radiogenomica. Los autores analizaron y compararon las frecuencias genotípicas y alélicas, así como los análisis de haplotipos, entre muestras de pacientes con cáncer de próstata procedentes de diferentes poblaciones españolas. Los autores observaron que la distribución de los genotipos de 4 de cada 10 SNPs fue estadísticamente diferente entre las poblaciones estudiadas, mostrando las mayores diferencias entre Andalucía y Cataluña.
  14. Calvo FA, Sole CV, Cambeiro M, Montero A, Polo A, Gonzalez C, Cuervo M, San Julian M, Garcia-Sabrido JL, Martinez-Monge R. Prognostic value of external beam radiation therapy in patients treated with surgical resection and intraoperative electron beam radiation therapy for locally recurrent soft tissue sarcoma: a multicentric long-term outcome analysis. Int J Radiat Oncol Biol Phys. 2014 Jan 1;88(1):143-50. doi: 10.1016/j.ijrobp.2013.10.021. Este trabajo muestra los resultados obtenidos cuando centros con experiencia suficiente en una técnica de de tratamiento determinada aúnan sus esfuerzos para poder obtener resultados con el suficiente peso como para establecer una alternativa terapéutica. En este caso, los autores recogen la experiencia de 3 grandes hospitales (H. U. Gregorio Marañón de Madrid, Clínica Universitaria de Navarra y H. U. Ramón y Cajal de Madrid) en el empleo de la radioterapia intraoperatoria como parte del tratamiento multidisciplinar de las recidivas locales de los sarcomas de partes blandas

Y, finalmente, un artículo que, aunque no incluido aún en PubMed, es, probablemente, de los más interesantes que han publicado los Oncológos Radioterápicos españoles en 2013. Este trabajo se adentra en un terreno que para muchos es ignoto pero que no es el futuro, sino ya un presente que afecta a la Oncología Radioterápica, opero también a todas las áreas de la Medicina y, probablemente, de la sociedad actual, como son las tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Estas TICs comprenden el conjunto de recursos, procedimientos y técnicas usadas en el procesamiento, almacenamiento y transmisión de información, haciendo referencia cada vez más al empleo de dispositivos muy distintos a lo que tradicionalmente se entiende por ordenador, por ejemplo, con un teléfono móvil o una tableta digital, con capacidad de operar en red mediante. Y este artículo enseña el camino que debe seguir la Oncología Radioterápica para adoptar estas nuevas vías de comunicación y trabajo.

15. Gomez-Iturriaga A, Bilbao P, Casquero F, Cacicedo J, Crook J. Smartphones and  tablets: Reshaping radiation oncologists’ lives, Reports of Practical Oncology & Radiotherapy, Volume 17, Issue 5, September–October 2012, Pages 276-280 La práctica de la Oncología Radioterápica ha sido siempre una disciplina que se apoya en el empleo de los últimos avances en tecnología. Los smartphones y tablets son dispositivos de mano siempre conectados a una fuente de información y capaz de proporcionar actualizaciones instantáneas, que permiten a los médicos acceder a la información más actualizada y proporcionar apoyo a las decisiones en el punto de atención. La proliferación y generalización en el uso diario de estos dispositivos motivó que los autores hagan un revisión muy completa de la utilidad de los mismos para la práctica diaria de la oncología radioterápica.

«Por lo menos una vez al año todo el mundo es un genio»
Georg Christoph Lichtenberg, científico y escritor alemán, 1742-1799

Joan Massagué y la necesidad de Hospitales Oncológicos en España

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Hace unos pocos días se celebró en Madrid el 8ª Congreso del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) en el que tuve el privilegio de participar. Allí se suscitó un interesante debate acerca del futuro, o los futuros, del tratamiento del cáncer. Uno de los aspectos que se mencionó fue la ausencia, en España, de centros públicos dedicados en exclusiva al cáncer, a diferencia del resto de países más avanzados de la Unión Europea o de los Estados Unidos de América. En España carecemos de centros de referencia como pueden ser el Royal Marsden o el Christie Hospital en el Reino Unido, el Institute Gustave Roussy o el Institute Curie en Francia, el Nederlands Kanker Instituut (NKI) o el Erasmus MC – Daniel den Hoed en los Países Bajos o el Charité Comprehensive Care Center en Alemania, por citar tan solo unos pocos ejemplos.

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A diferencia de ellos, España dispone de numerosos (muchas veces pequeños y quizás excesivos) Servicios de Oncología Médica y Oncología Radioterápica dispersos por muchos hospitales en distintas localizaciones. Por supuesto, tampoco existen Servicios de Cirugía, Radiología, Anatomía Patológica, etc., dedicados con exclusividad a la atención y tratamiento de pacientes con cáncer, más allá del interés particular que los diferentes médicos puedan tener. Simultáneamente, otro hecho importante añade más interés al debate sobre la necesidad de contar con centros monográficos para el cáncer: el español Joan Massagué ha sido nombrado director científico del Instituto Sloan-Kettering, uno de los centros de investigación contra el cáncer más importantes de EEUU. Más allá de lo que supone como reconocimiento para uno de los científicos más relevantes de las últimas décadas en el campo del cáncer, el nombramiento de Joan Massagué al frente de tan prestigiosa institución sugiere un interesante debate: ¿hubiera sido posible un reconocimiento similar al Dr. Massagué en la actual Sanidad Pública española?

Empezando por lo más básico: en España no existe ni un sólo centro público monográfico dedicado al cáncer que pueda compararse al Memorial Sloan-Kettering Cancer Center. Algo que es habitual en los sistemas públicos de salud europeos parece que es impensable en la Sanidad Pública española, aunque no en la Sanidad Privada donde sí hay centros monográficos en nuestro país. Y las razones se escapan a la comprensión. Cuando se plantea esta necesidad, en seguida surgen voces, curiosamente de muchos que se precian como oncólogos, que se oponen. En su lugar, defienden que ya existen servicios especializados de referencia en diferentes hospitales, y que lo que hay que hacer “es derivar los pacientes a ellos”. ¿Por qué esta oposición frontal a los centros especializados y dedicados al tratamiento del cáncer? ¿Es por un problema de egos? ¿Porque muchos prefieren ser cabeza de ratón antes que cola de león? Incluso se llega a hablar de “guetos” al referirse a la creación de centros dedicados en exclusiva al cáncer, olvidando quizás experiencias tan satisfactorias para el sistema público de salud como el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo que tan excelentes resultados cosecha…

(Por cierto, no deja de resultar llamativo que cuando muchos se jactan de la no necesidad de contar con centros públicos dedicados en exclusiva al cáncer, y se llenan la boca hablando de “la idoneidad del enfoque y tratamiento multidisciplinar del cáncer” y de la absoluta e imprescindible “necesidad de Comités de Tumores multidisciplinares” no sean conscientes, por ejemplo, de que el 70% de los pacientes con cáncer precisarán radioterapia en algún momento en la evolución de su enfermedad, y que muchos hospitales públicos carecen de servicios de Oncología Radioterápica así que, de acuerdo a sus manifestaciones, tampoco deberían contar con servicios de Oncología Médica ni con cirujanos que operasen tumores, ni realizar actividad oncológica ya que no cumplen con la tan cacareada “multidisciplinariedad”…)

Un centro monográfico aportaría innegables ventajas tanto en la asistencia clínica como en la docencia e investigación para el tratamiento de pacientes con cáncer. Desde un punto de vista asistencial, los centros dedicados permiten concentrar inversiones y tecnología de vanguardia, optimizando la utilización de los recursos al tiempo que permite aumentar la experiencia de los profesionales. Es innegable que a mayor experiencia con un determinado procedimiento, por ejemplo con el empleo de la determinación del ganglio centinela en tumores de mama o melanomas, mayor fiabilidad tendrán los resultados. Y esto es igualmente aplicable a otras técnicas diagnósticas, intervenciones quirúrgicas complejas o a técnicas especiales de administración de quimioterapia o radioterapia. A nadie se le escapa que la inversión en tecnología, cada día más costosa, es tanto más rentable cuanto más cualificado y mayor experiencia tenga el centro que se beneficia de la misma, y que deben ser estos centros los que lideren los avances tecnológicos. Por otra parte, la investigación en oncología, tanto la básica como la traslacional, se verían facilitadas. Basta comprobar en la literatura científica la producción anual de los más prestigiosos Centros Oncológicos internacionales y compararla frente a la de los “equipos multidisciplinares” tan abundantes en nuestro país. A día de hoy en España, y en palabras del Dr. Massagué, “…[en la investigación oncológica] ha habido muchas deficiencias, muchas exageraciones, muchas inversiones hechas a la ligera, ha habido aprovechados que quieren institutos en cada parada de metro…” La importancia de las investigaciones realizadas en el Instituto Sloan-Kettering que dirigirá el Dr. Massagué se acrecienta al estar vinculado al hospital oncológico Memorial Center. En España han quedado recientemente de manifiesto las dificultades, no exentas de polémica, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), referencia en la investigación básica en oncología, para poder trasladar la misma “del laboratorio a la cama” y realizar ensayos clínicos con pacientes. La posibilidad de centralizar los ensayos clínicos permitiría aumentar el reclutamiento para los mismos al poder ofrecerles a un mayor número de pacientes esta posibilidad. No es infrecuente observar comunicaciones a distintos congresos de estudios muy similares en cuanto a su diseño y objetivos, procedentes de diferentes centros de un mismo país, o de una misma comunidad, pero con un número pequeño de pacientes incluidos, lo que le resta mucho poder a los resultados. Parece lógico plantear si no serían mejores y más robustos los resultados obtenidos a partir un solo estudio, pero con un mayor número de pacientes, antes que los intuidos a partir de varios estudios similares con un menor número de pacientes cada uno. Finalmente, las posibilidades docentes que proporcionaría un hospital oncológico integral no deberían ser pasadas por alto. La formación de especialistas en las distintas áreas de atención del cáncer, tanto médicos como científicos y otros profesionales de la salud, se beneficiaría de disponer de centros con un gran volumen de pacientes y suficiente casuística, lo que redundaría en un mejor aprendizaje y formación.

En definitiva, no se trata tanto de reemplazar la atención oncológica que se dispensa en muchos hospitales de la red pública, sino de contribuir a mejorar la misma, centralizar recursos, aprovechar infraestructuras, evitar la atomización de las inversiones y, en resumen, favorecer un salto de calidad en la investigación, diagnóstico y tratamiento del cáncer.